México le está fallando a sus Jóvenes: Resultados PISA
Enero, 2024
Un virus invisible amenaza a nuestros jóvenes, asisten a la escuela (si tienen suerte), soñando con el futuro, pero, ¿De qué futuro estamos hablando?Los resultados de la prueba PISA han sido publicados, y si bien, esta información es pública y está al alcance de todos, poco impacto ha causado en las esferas políticas y educativas.El Gobierno Mexicano simplemente expresa que hubo “un descenso menor” ante los terribles resultados obtenidos en las áreas de Matemáticas, lectura y ciencias. Pero, como veremos a continuación, esa postura casi optimista niega una realidad más alarmante de lo que podemos imaginar.
La Prueba PISA
La Evaluación Internacional de Estudiantes, mejor conocida como PISA por sus siglas en inglés (Programme for International Student Assessment), es una iniciativa global dirigida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esta prueba, realizada cada tres años, mide las habilidades y conocimientos de estudiantes de 15 años en áreas clave como lectura, matemáticas y ciencias. PISA no se enfoca únicamente en conocimientos académicos; su objetivo es evaluar en qué medida los estudiantes de diferentes países pueden aplicar sus habilidades para enfrentar desafíos del mundo real.
La Preocupante Posición de México en los Últimos Resultados
En comparación con la evaluación anterior de 2018, México experimentó una disminución en sus puntuaciones en todas las materias evaluadas. Este retroceso sitúa a México en niveles similares a los de 2003 o 2006, especialmente en matemáticas.
Un aspecto alarmante es que solo el 34% de los estudiantes mexicanos que asisten a la escuela alcanzaron al menos el Nivel 2 de competencia en matemáticas, lo que es significativamente menor que el promedio de la OCDE del 69%. En lectura, solo el 53% alcanzó el Nivel 2 o superior, en contraste con el 74% promedio de la OCDE. En ciencias, el 49% de los estudiantes mexicanos alcanzaron el Nivel 2 o más, comparado con el 76% promedio de la OCDE. Además, casi ningún estudiante mexicano fue considerado de alto rendimiento en estas áreas.
Otra situación por demás desalentadora, es que una tercera parte de los jóvenes de 15 años en México no tiene oportunidad de asistir a la escuela, y por ende, no adquiere los conocimientos ni participa en la prueba PISA. Esto es resaltado como una evidencia no solo del bajo nivel académico sino también de la insuficiente cobertura del sistema educativo mexicano. Significa que la proporción de jóvenes que no alcanza el nivel básico en cada área es mucho mayor si se agregan los alumnos que no asisten a la escuela.
México tiene uno de los porcentajes más altos de estudiantes que no alcanzan el nivel mínimo en matemáticas, siendo superado por países como Argentina, Brasil, y Chile.Esta es la realidad, los mejores estudiantes de México aún están por debajo de los estudiantes de bajo rendimiento de países con los mejores resultados. Esto no es solo un desafío académico; es una cuestión de equidad y oportunidades.
La Prueba PISA
La Evaluación Internacional de Estudiantes, mejor conocida como PISA por sus siglas en inglés (Programme for International Student Assessment), es una iniciativa global dirigida por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esta prueba, realizada cada tres años, mide las habilidades y conocimientos de estudiantes de 15 años en áreas clave como lectura, matemáticas y ciencias. PISA no se enfoca únicamente en conocimientos académicos; su objetivo es evaluar en qué medida los estudiantes de diferentes países pueden aplicar sus habilidades para enfrentar desafíos del mundo real.
La Preocupante Posición de México en los Últimos Resultados
En comparación con la evaluación anterior de 2018, México experimentó una disminución en sus puntuaciones en todas las materias evaluadas. Este retroceso sitúa a México en niveles similares a los de 2003 o 2006, especialmente en matemáticas.
Un aspecto alarmante es que solo el 34% de los estudiantes mexicanos que asisten a la escuela alcanzaron al menos el Nivel 2 de competencia en matemáticas, lo que es significativamente menor que el promedio de la OCDE del 69%. En lectura, solo el 53% alcanzó el Nivel 2 o superior, en contraste con el 74% promedio de la OCDE. En ciencias, el 49% de los estudiantes mexicanos alcanzaron el Nivel 2 o más, comparado con el 76% promedio de la OCDE. Además, casi ningún estudiante mexicano fue considerado de alto rendimiento en estas áreas.
Otra situación por demás desalentadora, es que una tercera parte de los jóvenes de 15 años en México no tiene oportunidad de asistir a la escuela, y por ende, no adquiere los conocimientos ni participa en la prueba PISA. Esto es resaltado como una evidencia no solo del bajo nivel académico sino también de la insuficiente cobertura del sistema educativo mexicano. Significa que la proporción de jóvenes que no alcanza el nivel básico en cada área es mucho mayor si se agregan los alumnos que no asisten a la escuela.
México tiene uno de los porcentajes más altos de estudiantes que no alcanzan el nivel mínimo en matemáticas, siendo superado por países como Argentina, Brasil, y Chile.Esta es la realidad, los mejores estudiantes de México aún están por debajo de los estudiantes de bajo rendimiento de países con los mejores resultados. Esto no es solo un desafío académico; es una cuestión de equidad y oportunidades.
Factores que Influyen en el Rendimiento
El informe reveló que en México, los estudiantes socioeconómicamente favorecidos superaron a los estudiantes desfavorecidos por 58 puntos en matemáticas. Adicionalmente, se observó una brecha de género significativa en el dominio de las matemáticas, con más niñas mostrando un bajo desempeño en esta materia en comparación con los niños. En matemáticas, el puntaje medio fue de 389 para las niñas y 401 para los niños; en lectura, ellas alcanzaron 419 puntos y los varones 411, mientras que en ciencias, las niñas sumaron un promedio de 404 y los niños de 417.
La pandemia de COVID-19 ha sido un factor influyente en estos resultados, aunque ya antes de los cierres de las escuelas por COVID-19 había una tendencia a la baja. Estos resultados son un llamado de atención para México y destacan la necesidad urgente de cambiar el rumbo del sistema educativo del país.
La ansiedad también demostró afectar el rendimiento de los estudiantes en matemáticas, con una correlación directa entre mayores niveles de ansiedad y peores resultados. Se menciona que los países latinoamericanos, incluido México, tienden a mostrar altos niveles de ansiedad y bajos resultados en las pruebas.
Un aspecto crucial que se destaca en los resultados de PISA es la importancia de la seguridad y un ambiente libre de bullying en las escuelas para el bienestar y el rendimiento académico de los estudiantes. Cuando los estudiantes se sienten seguros y respaldados, están en una posición mucho mejor para concentrarse y absorber conocimientos.
¿Cuál es el panorama?
Nuestro país es conocido por ser un país con una cultura optimista, con un fuerte espíritu de superación y anhelo por un futuro de oportunidades y crecimiento. Pero ¿Qué pasa cuando condena a sus jóvenes a ser los obreros del futuro? Cuando se desprecia la evaluación y sus resultados, no se buscan soluciones efectivas, no se proponen aumentos en la inversión a la educación y simplemente niega lo inminente? Nuestros jóvenes merecen más que optimismo.
Compromiso CEDI
No todo son malas noticias. Hay lecciones valiosas que podemos aprender de PISA, que nos motivan a seguir haciendo la diferencia, a no bajar la guardia, brindándole a nuestros alumnos una educación que les permita tener las mismas oportunidades que reciben los estudiantes de los países con los mejores sistemas educativos.
Los resultados obtenidos en las pruebas estandarizadas College Board, “prueba tipo PISA” que aplicamos a nuestros alumnos de tercero de secundaria nos permiten comprobar que nuestros métodos de enseñanza, la cero tolerancia al bullying y nuestro compromiso por la excelencia funcionan, y dan grandes frutos.
Nuestro compromiso será siempre el mismo, formar seres humanos que puedan alcanzar su potencial a plenitud, con bases sólidas y pasión por vivir una vida donde puedan lograr todo lo que se propongan.
El informe reveló que en México, los estudiantes socioeconómicamente favorecidos superaron a los estudiantes desfavorecidos por 58 puntos en matemáticas. Adicionalmente, se observó una brecha de género significativa en el dominio de las matemáticas, con más niñas mostrando un bajo desempeño en esta materia en comparación con los niños. En matemáticas, el puntaje medio fue de 389 para las niñas y 401 para los niños; en lectura, ellas alcanzaron 419 puntos y los varones 411, mientras que en ciencias, las niñas sumaron un promedio de 404 y los niños de 417.
La pandemia de COVID-19 ha sido un factor influyente en estos resultados, aunque ya antes de los cierres de las escuelas por COVID-19 había una tendencia a la baja. Estos resultados son un llamado de atención para México y destacan la necesidad urgente de cambiar el rumbo del sistema educativo del país.
La ansiedad también demostró afectar el rendimiento de los estudiantes en matemáticas, con una correlación directa entre mayores niveles de ansiedad y peores resultados. Se menciona que los países latinoamericanos, incluido México, tienden a mostrar altos niveles de ansiedad y bajos resultados en las pruebas.
Un aspecto crucial que se destaca en los resultados de PISA es la importancia de la seguridad y un ambiente libre de bullying en las escuelas para el bienestar y el rendimiento académico de los estudiantes. Cuando los estudiantes se sienten seguros y respaldados, están en una posición mucho mejor para concentrarse y absorber conocimientos.
¿Cuál es el panorama?
Nuestro país es conocido por ser un país con una cultura optimista, con un fuerte espíritu de superación y anhelo por un futuro de oportunidades y crecimiento. Pero ¿Qué pasa cuando condena a sus jóvenes a ser los obreros del futuro? Cuando se desprecia la evaluación y sus resultados, no se buscan soluciones efectivas, no se proponen aumentos en la inversión a la educación y simplemente niega lo inminente? Nuestros jóvenes merecen más que optimismo.
Compromiso CEDI
No todo son malas noticias. Hay lecciones valiosas que podemos aprender de PISA, que nos motivan a seguir haciendo la diferencia, a no bajar la guardia, brindándole a nuestros alumnos una educación que les permita tener las mismas oportunidades que reciben los estudiantes de los países con los mejores sistemas educativos.
Los resultados obtenidos en las pruebas estandarizadas College Board, “prueba tipo PISA” que aplicamos a nuestros alumnos de tercero de secundaria nos permiten comprobar que nuestros métodos de enseñanza, la cero tolerancia al bullying y nuestro compromiso por la excelencia funcionan, y dan grandes frutos.
Nuestro compromiso será siempre el mismo, formar seres humanos que puedan alcanzar su potencial a plenitud, con bases sólidas y pasión por vivir una vida donde puedan lograr todo lo que se propongan.